Es increíble la sabiduría que se revela en el uso más simple de una palabra.
La meditación, en el contexto budista, se puede definir desde la palabra original que se usaba para designarla, sati, en pali, que significa recordar.
Sí, meditar es recordar. Veamos.
Recordar, recapitular, retomar
Recordar como en “recuerda llevarte las llaves” o “recuerda cargar el paraguas”. No en el sentido de rememorar o hacer memoria (“recuerda tu infancia” o “recuerda la navidad pasada”).
El “recordar” de sati es un recordar en el sentido de atención o consciencia, como “regresa a tu atención” o “retoma tu consciencia”.
En ese sentido, decir “recuerda meditar” es un pleonasmo; sería como decir “recuerda recordar”.
Palabras como atención y consciencia, que solemos usar para definir la meditación, son de origen mucho más reciente y no eran necesarias para explicar qué es meditar.
Entonces, ¿qué es meditar?
Cuando tenemos muchas palabras, un amplio vocabulario para definir las cosas, hacemos demasiado complicado lo sencillo.

Responder a la pregunta ¿qué es meditar?, se puede volver la exposición de una teoría psicológica, cuando en un origen era una práctica sin teoría, definida por personas comunes, sin amplios vocabularios o conocimientos académicos.
Para los antiguos, lo que ahora llamamos meditación, era recordar. Practicar la meditación era practicar el recordar.
Una memoria
Recuerdo (ahora sí en el sentido de rememorar) la primera vez que me hizo sentido, en el día a día, la práctica de la meditación diaria o los fines de semana. De tanto retomar mi atención durante el tiempo que pasaba meditando (porque eso es realmente lo que se hace), me empezó a pasar lo mismo en mis actividades cotidianas.
Es decir, en el día a día, como cualquiera, me distraía, me enajenaba, me iba al pasado, al futuro, me estresaba… Pero cada vez me era más fácil recordarme, re-atenderme, volver al presente, al aquí y ahora. Con todos los beneficios que eso implica y que ahora la ciencia trata de explicar.
La práctica natural
Lo que los antiguos yogis descubrieron y posteriormente los antiguos budistas perfeccionaron es la práctica de algo que nos es natural.
Cada cierto tiempo, o en ciertos momentos, traemos nuestra atención de vuelta, retomamos nuestra consciencia, en el sentido más simple de estos términos. O dicho de otro modo, cada cierto tiempo o en ciertos momentos recordamos, recapitulamos, despertamos, nos recobramos.
Pero en la medida que lo dejamos de hacer o le dedicamos menos tiempo, por las ocupaciones, por el estrés, por las distracciones, las emociones, los estímulos externos, perdemos esa capacidad.
Meditar es una práctica o disciplina que ejercita esa capacidad, repitiéndola. Tal cual como si fuera un músculo que fortalecemos haciendo ejercicio.
Adolfo Ramírez Corona (adolforismos.com)