A veces las escrituras, meditaciones, o aquello llamado contenidos, no alcanzan a llegar a sus destinatarios, eso llamado audiencia. Después de un blog, dos sitios web, dos podcast, y las inevitables redes sociales, aún tengo cosas que compartir. Tal vez una carta.
Primera carta
Primera carta
Primera carta
A veces las escrituras, meditaciones, o aquello llamado contenidos, no alcanzan a llegar a sus destinatarios, eso llamado audiencia. Después de un blog, dos sitios web, dos podcast, y las inevitables redes sociales, aún tengo cosas que compartir. Tal vez una carta.